Las brujas de Ongayo
Todos los sábados las brujas de Cantabria, tras churrar en las cenizas del hogar y al grito de "¡Sin Dios y sin Santa María, por la chimenea arriba!" parten volando en escobas o transformadas en cárabos, rumbo a Cernégula, pueblo de Burgos donde celebran sus reuniones brujeriles alrededor de un espino, para, después del bailoteo, chapuzarse en una charca de agua helada. Otras, más corretonas, amanecen en Sevilla, al pie de la Torre del Oro. En una gruta cerca de Suances, junto a una bolera de oro soterrada, celebran el aquelarre estas señoras, o parten en humeante enjambre hacia Cernégula, cual explica el cantar:
De la cueva de Ongayo
salío una bruja De la cueva de Ongayo
con la greña caida
y otra brujuca.
Al llegar a Cernégula
¡válgame el cielo!
un diablo cornudo
bailó con ellas.
Por el Redentor,
por Santa María,
con el rabo ardiendo
¡cómo bailarían...!
(Cernégula, denominación de un antiguo municipio, hoy corresponde a la localidad y Entidad Local Menor, la comunidad autónoma de Castilla y León, provincia de Burgos (España). Está situada en la comarca de Alfoz de Burgos y en la actualidad depende del Ayuntamiento de Merindad de Río Ubierna.
Cuando las brujas van a Cernégula, ata a tu vieja que acaso lo sea)
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