Joaquin Cayón Gutierrez
De familia humilde, de muy joven, decidió buscar "nuevos aires" (del cielo que le haría famoso), ya que la ciudad de Torrelavega, en aquellos tiempos, no ofrecía grandes oportunidades. Encontró su afición y entusiasmo profesional en el servicio militar que realizó en la Escuela de Aerostación de Guadalajara, para pasar más tarde a los talleres de experimentación aeronáutica.
Su progreso en el trabajo, fue total, pues en poco tiempo consiguió ser probador de aviones de una casa barcelonesa para terminar, ejemplo de tenacidad e ilusión por el trabajo, como Director de la Escuela de aviación de Barcelona.
Joaquín Cayón obtendrá su título de piloto civil en la escuela que, bajo la dirección de Salvador Hedilla, posee en el Campo de la Volatería la casa Pujol, Comabella y Compañía. A partir de ese momento quedará vinculado a la citada compañía como piloto de pruebas hasta la desaparición de la misma a finales de 1920. Durante ese tiempo participará también en numerosos eventos deportivos, obteniendo una medalla de oro en el concurso de habilidad para pilotos convocado por el Real Aero Club de Cataluña en 1919. Al año siguiente, participa en otro concurso convocado asimismo por el Real Aero Club de Cataluña y celebrado el 24 de octubre de 1920. El concurso consistía en una prueba de velocidad sobre un circuito de 130 kilómetros. Cayón, que realizó dicho recorrido en una hora y veinte minutos, obtuvo el primer premio.
Tras un breve paso por la aviación militar, en 1922 ingresa como Piloto en C.E.T.A, volando en la línea Aeropostal Sevilla - Larache explotada por la misma. Parece ser que, durante su permanencia como piloto de la compañía, era el único que se atrevía a pilotar los escasamente motorizados Dornier Komet I que figuraron en la flota de la compañía.
Interesante historia la de este cántabro Joaquin Cayón Gutierrez.
ResponderEliminarBuena entrada.
Un saludo